Texto- Gonzalo Casado
“Lo que pasa en Las Vagas, se queda en Las Vegas”. Eso es una de los principios de esta ciudad, capital de muchas cosas y siempre creciendo como adolescente de otras.
Para los críticos taurinos de convicciones estrictas, como para los del Opus Dei en la religión cristiana, las llamadas “corridas de toros sin sangre” que se están celebrando ya en las Vegas, no son corridas de toros, ni lo serán nunca, ni creo que tanto el empresario audaz ni los organizadores, toreros, profesionales de los toros que participan en ellas pretendan que lo sean.
En el mundo amplísimo de los toros hay numerosos espectáculos taurinos, tanto en la geografía Española, Portuguesa, y Latinoamericana. Tenemos los encierros, las capeas, los toros de fuego, los toros ensogados, forcados portugueses, Bous al carrer, el toreo comico, concursos de recortadores, etc.
Son fiestas populares muchas de ellas, donde es protagonista el toro, una diversión y una costumbre en cada pueblo o ciudad que llevan siglos realizándose, y lo más importante fuente de nuevos aficionados que visitaran las plazas de toros para ver la fiesta grande que es la corrida de toros. Corrida de toros con todo lo que implica ese nombre y esa fiesta, arte y costumbre ancestral. La corrida de toros no se puede, ni se debe, ni permitiremos que se le ampute ninguno de sus miembros que dan sentido y contenido a la fiesta.
Pero no debemos confundirnos, todo lo que sea la divulgación del mundo del toro bravo en cualquier parte del mundo, siempre respetando cada espectáculo como debe de ser, es una magnífica idea.
En el caso de los espectáculos taurinos, y los llamo espectáculos taurinos porque no son corridas de toros señores, que empiezan a nacer en La Vegas es un buen manantial, bajo mi entender, para que gentes de distintas culturas y lugares conozcan parte de la fiesta y poderles inculcar después los valores y razones de nuestra fiesta tan especial.
Así pues, le pido sobre todo a los que han creado esta iniciativa, dar a conocer el mundo de los toros en una ciudad escaparate del mundo, que difundan y alienten el interés y la curiosidad de los nuevos espectadores dándoles la oportunidad de la explicación de lo que están viendo, con personas que les enseñen las suertes de los toreros, las definiciones del toro, los comportamientos de este, y mostrarles si llega el caso la pureza de la fiesta en nuestras corridas de toros.
“Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas”. España no es Las Vegas, México no es Las Vegas, Francia no es Las Vegas, Ecuador no es Las Vegas, Colombia no es Las Vegas, Perú no es Las Vegas, Venezuela no es Las Vegas. Ni permitamos que lo sea.
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