Gonzalo Casado. Comentarios taurinos temporada 2009-2010
Quiero dar un homenaje, todos deberíamos hacerlo y preocuparnos un poquito más de lo que está ocurriendo en el campo de toda la geografía española, a la Ganadería de Atanasio Fernández.
En estos días está desapareciendo una raza del toro bravo. Es una tipología de toro que se ha asentado y ramificado en la cañada brava. Desde sus origines por el año 1908 fundada por Bernabé Cobaleda con los restos de la ganadería de Don Nazario Carriquiri, y su presentación y así antigüedad un año después en 1909, esta ganadería ha sido una de las punteras en la fiesta nacional.
Se mantuvo con esta sangre Carriquiri hasta 1925 que cambio dichas vacas y toros por las y los de origen Tamaron-Conde de la Corte.
El esposo de una de las hijas de don Bernabé Cobaleda se quedo a la muerte de este con una rama de la ganadería inicial. Su nombre era Don Atanasio Fernández Iglesias y debutaría en Madrid en 1932 y en 1941 en la plaza de las Ventas.
Desde esos días hasta esta misma temporada la ganadería de Don Atanasio Fernández ha sido la simiente de la mayoría de las ganaderías en España.
Estas son las características más comunes de este encaste:
Cabeza y Cuello: Perfiles cefálico subcóncavos a rectos, cabeza voluminosa, y ancha de sienes, frente rizosa y morro amplio. Cuello largo y morrillo poco desarrollado. Los animales procedentes de Lisardo Sánchez pueden presentar perfil convexo con cuello y cabeza rizosa (astracanados).
Encornaduras: Por lo general son ejemplares bien encornados. Cuernos desarrollados, generalmente con mazorca blanca, dirigidos hacia arriba, y astifinos. Son frecuentes los ejemplares cornalones, veletos y capachos.
Pecho tórax y vientre: Pecho ancho, badanudos, de gran papada con gran desarrollo del tercio anterior (aleonados). Tronco amplio. Línea ventral ligeramente marcada, en la que con relativa frecuencia sobresale el prepucio.
Extremidades: Suelen ser zanquilargos, con extremidades largas y fuertes. Los ejemplares procedentes de Lisardo Sánchez suelen ser más cortas y de hueso más ancho.
Dorso Lumbar: Ensillados.
Grupa y cola: Grupa poco desarrollada. La cola es larga gruesa, y con borlón abundante.
Capa: Sus pintas son negras, eventualmente pueden aparecer ejemplares cárdenos, castaños y colorados. Como accidentales típicos de este encaste encontramos el burraco y el salpicado. También aparecen salpicado, gargantilillo, jirón y coliblanco, bragado y meano.
Sus características de comportamiento en la plaza son muy definidas. Son reses que salen abantas de los capotes, trotan por toda la plaza hasta que se las fija en los capotes. Su pelea en el caballo es de toro bravo, encastado, fijo en los petos y empujando con la cara a media altura hacia las tablas. En la muleta tienen recorrido, van de menos a más y terminan humillando con el hocico en el albero. Son toros fijos aunque a veces algo tardos al cite del espada.
Recordemos que el único toro que se le han cortado las dos orejas y el rabo en la catedral del toreo, en la Plaza de las Ventas, es de esta ganadería, llamado Cigarrón, lidiado por Palomo Linares.
Esperemos que las pocas vacas que se va a quedar el ganadero que lleva en estos años la administración de esta legendaria ganadería puedan servir, sino para volver a renacer en alguna época como lo que fue, si para dar fruto a otras de puedan mantenerse en la difícil carrera que el campo bravo está pasando en nuestros días.
Por cierto, ¿donde están los llamados por ellos “ecologistas” para impedir que una subespecie, o como quieran ellos llamarlo, del toro bravo se extinga?
He aquí una de las razones y argumentos que los taurinos tenemos para que la fiesta nacional, la fiesta brava siga existiendo. Este es un ejemplo para explicar qué ocurre si los toros no llegan a cumplir el ciclo de vida que su raza tiene, morir en la plaza.
¿O son dichos seudo-ecologistas los que tendrán dinero, medios y voluntad de trabajo para mantener vivo Los Atanasios?
Se ha dicho.
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